domingo, 13 de julio de 2008

¿Psicologos ricos, pacientes sordos?

Esta es una nota muy interesante. Habla de las dificultades de tratar en psicoterapia a personas que son exitosas y ricas en lo que hacen; especialmente, si durante su jornada laboral se les demanda tomar decisiones eficaces, dirigir gente, o fijar el rumbo de una compañía, todo lo cual requiere una alta cuota de narcisismo. También habla del perfil psicológico del paciente político. Desafortunadamente, me gustaría comentar algunas situaciones en contra de la nota, que hubiera deseado no tener que hacerlo. En primer lugar, no me parece que la riqueza sea el único obstáculo a la "humildad", si se quiere, necesaria para "escuchar" lo que otra persona está diciéndonos sobre nosotros. La soberbia, el narcisismo, o como quiera llamarse no es, desgraciadamente, privativo de los "ricos"; de lo contrario, creo que en el mundo habría un 90% de personas sanas, santas o, al menos, humildes, y no creo que eso sea evidente. Por otro lado, no se habla nada del psicólogo rico, que cobra USD 600 la sesión, y que a un ritmo moderado de pacientes, podría ganar hasta USD 720000 por año... casi lo mismo que sus clientes, o más. Ubicar este punto exclusivamente como una contratransferencia no analizada, en el sentido que se promueve inconsciente la identificación con el paciente es lo mismo que llamar a un cáncer de mandíbula "dolor de muela". Hay otras variables, que también pueden ensordecer a quien, supuestamente, debería mostrar cómo se escucha...

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